17 de Enero de 1926 - 18 de Mayo del 2017
Por Óscar González Loyo
La verdad me siento ahora incompleto, pero al mismo tiempo completo, esta aparente contradicción es parte de un entendimiento que me fue enseñado por ese ser que me dio la vida y que siempre he creído es inmortal, y en verdad lo es, ya que a pesar de la enorme pérdida de mi querido viejo, cada rincón de mi existencia, de mi casa, de mi colonia, de los lugares donde pasé grandes aventuras con él, nunca perderán esa substancia que afortunadamente ese señor tan loco y bonachón dejó en mi camino, y creo que en el de muchos otros.
Él fue mi padre, amigo, hermano, maestro, modelo para mis personajes de comics, compañero de aventuras y juegos, cómplice de muchas bromas y sobre todo mi faro, ese señor tan bromista que hasta sus últimos momentos conscientes nos bromeaba y nos hacía reír y pensar en algo más allá.
En realidad retraté a mi padre en todo mi trabajo y sobre todo en un personaje muy especial para mi porque era en realidad mi padre personificado, el brujo Shilbalam en mi cómic de Karmatrón, muchas de sus enseñanzas eran en realidad pláticas que mi padre me daba para vivir en este mundo tan lleno de caos y de violencia.
No puedo creer que ya no esté en esta tercera dimensión, pero con lo contradictorio de mi pensar, y a pesar de la enorme tristeza que siento en mi interior, sé y él me lo enseñó, que nada muere, sólo se transformó en otra energía y siempre se es uno con el todo, y de verdad me lo marcó en mi espíritu, no como simples palabras sino de verdad como una realidad, y con esa filosofía suya creamos ¡Ka-Boom!, el soñaba que volviéramos hacer soñar a la gente y hacerles pasar momentos felices con nuestros contenidos. Algunos quieren quitarle su crédito como autor de un famoso personaje, pero él mismo me decía, "Mijito, no importa lo que digan o inventen, yo sé y muchos sabemos quién hizo qué y lo importante es que desde nuestro interior, sabemos como fueron las cosas en realidad, lo demás sólo son investigaciones superficiales, nosotros las vivimos y las hicimos, recuérdalo, eso es lo que importa".
Mi padre enseñó a escritores, dibujantes, editores, y demás personas en el ramo editorial con la plena convicción de servir a los demás, y estoy agradecido porque me encaminó al mundo esotérico con sus propias vivencias, me enseñó a valorar a la naturaleza y a vivir aventuras en el mar, en la selva y en el bosque, conocí a grandes personalidades en el arte y en otras disciplinas por él, me introdujo a volverme fan del jazz, de los Beatles, del Bossa Nova, del Country, del Rock, y de toda la buena música que para él era vital para sobrevivir.
Cuando un problema se acercaba a nuestras vidas el me decía... " contrarrestemos a ese problema, siendo un problema para ese problema", je je je, siempre estaba felíz, siempre amó a su familia y siempre trató de de "no explicar las cosas porque si no ya no son."
Estoy muy triste pero muy feliz, por haber convivido 57 años de mi vida con el mejor padre que me pudieron haber puesto en este planeta, y por eso estoy tan agradecido con la vida, no importa si no tengo éxito en el mundo editorial o en la vida misma, ya soy exitoso por haber tenido a Don Oscar González Guerrero a mi lado en estos años...GRACIAS POR TODO VIEJITO, sólo aguántame tantito, porque en la otra vida quiero volver a ser tu hijo. OM MANI PADME HUM
Fue una ceremonia muy bonita, donde cumplimos los deseos de mi padre, de que no hubiera lágrimas, y en efecto, hubieron más risas y recuerdos ya que cuando una persona en vida dejó mucha felicidad, amor y enseñanzas, no le rendiríamos realmente los honores si no entendiéramos el mensaje que mi padre nos dejó, "la muerte es un paso a otra puerta donde hay una sala más elevada, no hay nada que temer, ni nada por que llorar", muchos no entienden esta filosofía de vida, donde se comprende la trascendencia de la muerte y sólo el egoísmo hace que la gente sienta abandono y sufrimiento, una persona elevada, deja ir a sus muertos y se regocija, porque evolucionan a una vida superior.
A todos los familiares y amigos que despidieron a mi padre les agradecemos su presencia y más que una ceremonia triste, repito, fue una reunión fraternal y alegre, que es como mi querido viejo la hubiera querido, literalmente la ceremonia fue al estilo ¡Ka-boom! y todos estaban tristes pero a la vez contentos ya que mi padre cumplió con su misión en la Tierra y nos dejó muchas cosas a los que lo tratamos. También agradecemos a los que no pudieron estar físicamente con nosotros pero que si estuvieron en espíritu...¡GRACIAS DE VERDAD!